Antes de nada quisiera decir que yo en realidad no soy gay (o al menos yo no me considero gay), todo esto que me ocurrió me gustaría que no me hubiera ocurrido.
Hace ya varios meses me apunté al polideportivo (me encanta nadar) que acababan de abrir en mi barrio, para mantenerme en forma.
Como trabajo por las tardes, solo tengo tiempo de ir por la mañana, cuando está casi vacio.
Un día, cuando llegue a la piscina, me dí cuenta de que solo había otra persona, un hombre que nadaba en el carril 2. Normalmente hay mas gente, al menos 3 personas.
Cuando llevaba un rato nadando, ese hombre se salió y se fue a las duchas, despues de unos minutos fui detras.
Cuando llegué a las duchas, ví que el hombre todavía se estaba duchando, es esxtraño porque con lo que tardé en salir, le tendría que haber dado tiempo a ducharse. Eso me puso un poco nervioso, pero no le dí importancia.
Comencé a ducharme, y cuando agarré el champú, éste se cayo al suelo. En ese momento recordé la leyenda urbana que dice que cuando a alguien se le cae el jabon en las duchas has de tener cuidado de que no te "empalen" por detras.
Pensé en recogerlo muy rapido por miedo de que esa leyenda sea cierta, pero meditandolo un poco me di cuenta que actuando así quedaría como un estupido.
Entonces, decidí recogerlo lentamente, tentando en cierta manera a la suerte.
me agaché a recogerlo y...
...me di cuenta de que la leyenda urbana era cierta, el hombre me la había metido entera de un empujon. Solté un grito de dolor, entonces él me tapó la boca y me dijo al oído, "mas vale que no grites".
Me tenía agarrado por el cuello y me estaba cogiendo el culo, a diferencia de la primera envestida, esta vez lo hacía suavemente.
Despues de unos segundos me dijo,"esto no se lo digas a nadie, ok?", entonces yo, en un tono sarcastico dije "se lo dire al primero que pase". Él no entendió la broma, se la sacó de mi culo y volvió a envestir, pero ahora mucho mas fuerte.
De mi boca solo pudo salir un grito sordo que no escuchó nadie.
Entonces siguió bombeando, poco a poco mi dolor desaparecía (supongo que me estaba acostumbrando) y era remplazado por algo de placer, pero la situacion en la que me encontraba no era nada comoda.
Despues de unos minutos, el comenzó a confiarse, y quitó su mano de mi boca, tambien dejo de agarrarme por el cuello.
Pensé que ese era el momento, me levanté rapidamente y salí corriendo, pero como el suelo estaba mojado patiné y caí al suelo boca abajo, no me hice daño, pero el hombre se abalanzó sobre mí y me agarró las manos para que no me pudiera levantar. Me la volvio a meter, esta vez no me dolió, creo que superé el dolor. Me la metía y sacaba cada vez mas deprisa, ademas ahora ápoyaba su cabeza con mi hombro y me amenazaba e insultaba. Era tan humillante que hasta me excité, me dio muchisimo morbo. Entonces el dio un ultimo empujón y se corrió en mi ano.
La sacó y me dijo que ya había acabado. Entonces me levanté y el vió que se me había puesto dura. Y dijo, "jeje, te ha gustado, pues si tanto te gustan las cosas de maricones, chupamela".
Me agarró del pelo y me puso la cara a centimetros de su pene, "haz lo que sepas" me dijo ientras me soltaba.
Como aun la tenia llena de semen me puse a lamer la parte que menos tenía, pero me fuí animando. Comencé a darle lametones por toda la longitud, era bastante larga. Lamía todo el pene, lo estaba limpiando todo. Me lo metí en la boca hasta donde pude y comencé a hacer jueguecitos con la lengua, sorbí el semen que aun le quedaba en la punta y entonces otra racha de semen me invadió la boca en ese momento él no pudo soltar mas que un "ohh que bien lo haces maricon" seguido de un "tragatelo" amenazador. No tube mas remedio que hacerlo. Entonces el se vistió y se fue, mientras yo volvia a ducharme.
El Autor de este relato fué D. , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=9922 (ahora offline)